Aquí hay que hacer un inciso y precisar que este es un malentendido que jamás está protagonizado por dos hombres. No hay duda de que los besos “sociales” son impredecibles, incluso en una cultura tan “besucona” como la española. Pero ¿qué ocurre cuando ofreces la mano en una primera reunión de negocios y ves que un rostro se acerca raudo hacia tu rostro? No hay nada que hacer, respirar profundo y ofrecer la mejilla... y luego la otra.
Aún en otras latitudes más “frías” como Estados Unidos o Reino Unido, el beso en la mejilla -a veces también dos, como nosotros- está desplazando el apretón de manos en los círculos empresariales. Tal vez se deba a nuestra influencia latina, tal vez el creciente influjo que ejerce la mujer en los lugares de trabajo o simplemente un poco menos de formalidad a la hora de hacer negocios. ¿O tal vez un poco de todo?
Desde luego la globalización ha relajado a unos y “formalizado” a otros. Si eres de los que continuamente está en contacto con culturas más distantes, en las que un simple apretón de manos o incluso una indicación con la cabeza sirve a forma de saludo, cuando vuelves a una oficina donde todos se besan sin ton ni son, es difícil que te sientas cómodo o cómoda. Pero las interacciones sociales requieren de un punto de encuentro, de equilibrio, y el saludo es un tema delicado.
¿Consejos? No realmente. Solo capacidad de observación. Si hay más personas contigo, deja que otros comiencen con los saludos, tú te sumas al estilo que marca la mayoría. Hay estrategias si no eres de los/las que van por los besos, ladeas un poquito la mejilla y aumentas imperceptiblemente la distancia y hasta puedes evitar el roce por completo. Lo importante es que no se note y por supuesto, no destacar. Ni por una cosa, ni por la otra.
Recuerda siempre que en momentos como este lo mejor es pasar desapercibido, ya lo dicen por ahí, menos es más y como es evidente no querrás dejar en la retina de tus relaciones laborales la impresión de ser “rarito/a”, lo único que puedes conseguir con una mala primera impresión es un mote al estilo de “Iceberg” si te muestras mucho más frío que los demás o que huyan de tus saludos comentando por lo bajo “cuidado con tal que a la primera te planta un beso”. Haciendo un símil con la cocina diré lo que Arguinaño “el secreto está en no abusar de las salsas”.
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